Hay un vidrio cuadrado y pequeño
En la puerta principal del bar
Cuya suciedad delinea
Un paisaje y un azar
Que descubre mayor talento
Al de los demás cuadros
Colgando de los muros.
Un paisaje incoloro
Y de árboles oscuros,
De sombría montaña
Por donde un río corre
Y una casa fulgura y se degrada
Por un rayo de luz
Que traspasa el vidrio
Y se echa sobre el piso
Y las patas solitarias de una mesa.