Estatua cautiva

1

 

¿Qué bodega te oculta el sol? Naciste para estar posada en las alturas, para regular el cambio estacional junto a tus hermanas, no para permanecer cautiva. Hace mucho fuiste antesala del teatro y la música que nos visitaba, los faroles de la Plaza fueron tus estrellas en la ciudad nebulosa y atestiguaste los cambios del arte a merced de las modas. Fuiste la muda presencia en el tiempo, un relicario tangible del pasado que vemos en una fotografía. Todo ello ahora no debe ser más que una irrealidad delante de tus ojos impedidos, un espejismo que se aleja mientras te quiebras en algún lugar oscuro y olvidado ¿Dónde te llevó la negligencia? ¿En el interior de qué habitación te descuidan? 

 

 2

 

Dejaste una cavidad en el frontis del Teatro que a nadie parece importarle. Tus tres hermanas miran con tristeza tu puesto: la deshora en la torre del reloj y los cambios en la fisonomía de la plaza dejaron de afectarles. Las estaciones perdieron sus heraldos. Nadie más parece extrañarte, aunque a diario la decaída fachada del Teatro represente en tamaño monumental tu abandono, parece no haber público que note  tu ausencia.

 

 3

 

Ninguna restauración será idónea si se hace como en Iquique acostumbran; hubiera sido preferible que continuaras marchitándote al sol en vez de haber desaparecido para siempre. No tenías vanidad, nunca pediste un maquillaje para resaltar tu lozanía, sin embargo, alguien no pensó igual y ahora el olvido es quien te desmaquilla.

 

4

 

Intento imaginar el lugar donde te pusieron... pienso en una bodega oscura y de paredes oxidadas o en una vieja habitación donde se  aglomera el polvo y las telarañas revisten los rincones… Quizás te dejaron la mordaza sobre la tela que te pusieron para que no se volara durante el traslado o simplemente quedaste al descubierto junto a otros objetos que nadie recuerda… Es posible que alguien visite a diario ese lugar y se pregunte: ¿qué haces aquí? o ni siquiera te reconozca.

 

5

 

Baquedano es un contraste visual en algunas horas: las personas se obstruyen el paso, las mesas de los restoranes se colman, algunas fachadas deslucen olvidadas como el indigente que camina mientras los comerciantes de la calle tapan con sus productos el empedrado que siempre está roto. El ir y venir de la gente es constante y, sin embargo, me pregunto si miran lo que pasa… Yo te extraño cada vez que por ahí me siento, observo la concavidad sin tu imagen y entre el bullicio decaigo en silencio: otra vez no te encuentro.

 

6

 

No eres la única que descuidó el progreso, no obstante a ti te sacaron con la promesa de regresarte. Se han elevado torres perforando el patrimonio, la fachada de la ciudad cambia de manera tan repentina que pareciera que nada de lo que se conoció quedará en la memoria. El azar no quiso que vieras lo que ocurría, para ti la ciudad debe ser la de hace varios años... Cuéntale a la nueva ascendencia cómo era cuando vuelvas. Sólo espero que nadie te haya comprado.

 

7

 

¿Cuánto más deberé esperarte? ¿Dónde buscar? No has dejado ninguna señal para saber dónde ir. Las galas en el hemiciclo no significan nada: tú no estás en ellas. El vacío que dejaste es más potente que toda la escenografía que se monta en el frontis de tu casa porque todo su interior está fracturado... Mientras los demás bailan y tocan instrumentos, yo sólo aprecio tu ausencia.

 

 8

 

Intento elevar mi voz en el tránsito, pero nadie escucha. Estoy solo con la alicaída fachada del Teatro  y mi tristeza. Ausencia, sólo eso. Camino por ahí para otra vez no verte, me detengo un rato a imaginarte pero eso no basta para materializarte. El tiempo no te regresa. Intento elevar mi voz para que alguien más escuche, para que la esperanza de verte regresar se comparta; acaso para atemorizar al raptor que te mantiene cautiva.

 

 9

 

Me iré de aquí sin verte regresar, muchos otros se irán sin saber que existías. Los niños jugaran frente a tu espacio sin preguntarse qué había en ese lugar. Con tus hermanas el público también es indiferente, si ellas están ahí sin ser notadas, cómo puedo pretender que tú seas notada.

 

10

 

Existe un dolor que lleva la ciudad pero que nadie siente, yo lo veo a diario: destrozan lo que no les retribuye. He sentido ese dolor y la indiferencia de la gente, aunque me esfuerzo por cambiarlo. Si la sensibilidad se multiplicara las posibilidades de mejorar todo y verte regresar se multiplicarían, pero me canso y también desisto. Al final nada cambia, sólo la desidia permanece.

 

11

 

Utopía debe ser todo, tal vez nunca más vuelvas y ello deba ser lo esperable... Mis ganas de encontrarte con mis ojos en el espacio de donde te sacaron deben ser las de un alienado… Mi existencia vive un sueño y un anhelo que la realidad quiebra a diario... Si mis acciones no te acercan es porque no ven cuantía en sus intenciones... Seguiré viéndote en el espacio sin tu imagen y aunque por fuera de mi vida no rondes, y yo deba acostumbrarme, por donde habita el alma el desasosiego te seguirá erigiendo..

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