Proveo oxígeno a todos lados,
No lo limito al lugar donde lo expelen mis hojas;
Lo expando a las zonas áridas y líquidas de la tierra,
A las alturas y extremos donde el agua se cristaliza.
Permito que interactúe con todos los organismos que habitan,
No impido la autonomía que con ellos fecunda.
Por un mandato natural intuyo su necesidad
Y lo dejo volatilizar a regiones lejanas,
Hacia lugares que mi condición no me permite alcanzar.
Soy la que origina la atmósfera de la tierra,
En mi cuerpo ocurre la alquimia que todos buscaron.
Soy creadora de la transparencia,
La encargada de forjar una parte con la que se hace la vida.
Mi don es requerido, incluso, en la esterilidad de los planetas del cosmos
Y, sin embargo, no lo acaparo ni comercializo.