La onda que va sobre el agua
Debe arrastrar el mismo principio
Que aquella que recorre
La oscuridad del universo;
Y es una onda la que ahora
Recorre esta parte del océano,
Toca la eslora y el percebe
Apenas sumergido,
Después sigue su camino
Hasta perderse de mis ojos.
En horas de bajamar
Luce la cubierta de mi barco,
Después sólo es el mástil
En la oscilación de la marea,
En un ocaso o amanecer
Donde ya no existen las horas,
Sólo el viento, la distancia y las aves;
Las estrellas fuera del plenilunio,
El sol en el pináculo.
El tiempo se ha detenido,
El horizonte no acerca
Ninguna forma.
Ni la ciencia cartográfica
O el sextante
Bajo las constelaciones
Derivan alguna respuesta.
Yo que siempre desee
Una vida lejos del mundo
He llegado a destino.
Una onda toca la eslora
Y el percebe apenas sumergido.